– Porque has optado por reducir aún más los costes de indemnización vinculados a la precariedad laboral.

– Porque de esta manera te has vuelto a inhibir de la verdadera cuestión esencial: crear empleo.

– Porque no te avergüenzas de mentirle a la sociedad conceptualizando como ‘contrato estable’ todas aquellas relaciones laborales caracterizadas por la temporalidad.

– Porque has demostrado que prefieres dilatar la formación de un nuevo gobierno sellando un pacto anti-natura con quienes serían capaces de abandonarte a la más mínima oportunidad.

– Porque en consecuencia has renunciado a emprender el camino más inmediato y natural hacia un verdadero ejecutivo de carácter progresista y reformista.

– Porque aunque prometías en campaña electoral elevar sustancialmente el salario mínimo interprofesional, finalmente solo has logrado consolidar aquellos ridículos incrementos -inferiores al 1%- materializados por el Partido Popular.

– Porque has dado el visto bueno a subvencionar con cargo al erario público salarios ínfimos mediante la aceptación de la inefable fórmula de Complemento Salarial Garantizado (CSG).

– Porque aunque tu posición era contraria a aumentar las partidas de gasto público, respecto a lo citado en el punto anterior, no te parecería ni mal ni paranormal financiar costes privados con recursos públicos.

– Porque tus dosis de demagogia y populismo vertidas en torno de las propuestas referidas al colectivo de autónomos son épicas.

–  Porque tu actitud hacia la necesidad perentoria de cambiar el actual modelo energético para salvaguardar nuestro medio ambiente es sosegada y extremadamente despreocupada.

– Porque planteas debates como el de la supresión de las Diputaciones que generan la sensación de que efectivamente se están reformando las instituciones.

– Porque tu mínimo reproche respecto a la forma de administrar y gestionar la oprobiosa amnistía fiscal ideada tan brillantemente por el Partido Popular es más que suficiente.

– Porque en materia impositiva no apuestas de manera explícita por diseñar un sistema tributario progresivo en el que los que más tengan más contribuyan.

– Por recurrir al tradicional eslogan de que tu prioridad en el sistema financiero consistiría en convertir al ICO en un verdadero banco público sin entrar en el más mínimo detalle presupuestario.

Y por todo ello, yo te quiero, Pedro, coño, te quiero y “quiero que sepas que tus éxitos los considero mis éxitos”

 Fdo: M.R.