El indicador adelantado de la Contabilidad Nacional Trimestral de España ha arrojado esta semana otra variación interanual negativa del Producto Interior Bruto (PIB) de la economía española, tras anotar un decrecimiento del -1,7% en el segundo trimestre del año 2013.

La evolución de la producción económica de España continúa así horadando los relieves macroeconómicos de una sempiterna recesión, reiniciada por enésima vez en el último trimestre de ejercicio 2011, tal y como se puede apreciar en el gráfico inicial.

A la espera de la confirmación de los distintos componentes del Producto Interior Bruto español, los resultados adelantados indican una aportación negativa de la demanda nacional, compensada tan sólo parcialmente por una contribución positiva de la demanda externa.

Por variables, el gasto en consumo final arrojó una evolución negativa y progresivamente decreciente a lo largo de todo el año 2012, marcando una tasa del -2% al comienzo de 2012, que empeoró hasta el -4% registrado a principios de 2013.

Sin embargo, peor fue aún la trayectoria reciente de la formación bruta de capital fijo en construcción, cuyas cuatro últimas tasas trimestrales superaron niveles negativos de dos dígitos (-11,3%, en la correspondiente al primer trimestre de 2013).

Con la única salvedad de los registros que finalmente se confirmen en las tasas de exportación españolas, no serán brotes verdes, precisamente, sino rojos, los que se observen en los distintos componentes del PIB de la economía española más inminente.