Nos lo recuerdan desde la más tierna infancia. “Tenéis que adaptaros al medio”.
Es una buena recomendación.
Pero sólo si el medio es rígido y en modo alguno moldeable.
¿Por qué?
Porque hay partes del medio que aceptan modificación y otras que no.
Y muchas veces se confunden.
Pongamos un ejemplo para tratar de comprender esto.
El día y la noche forman parte de la estructura rígida del medio; es obvio que no podemos actuar para alterar el patrón por el cual el día sucede a la noche, la noche sucede al día, etc, etc…
En este caso podemos admitir que la expresión “tenéis que adaptaros al medio” procede y es pertinente.
Sin embargo, en la parte del medio que acepta modificación, esta expresión no es del todo correcta y existe margen para la discusión.
Pongamos ahora otro ejemplo relacionado con este otro aspecto.
La actual jornada laboral de 8 horas diarias establece la cantidad de tiempo que debemos trabajar para recibir la contraprestación por una jornada de trabajo completa.
Esta parcela de la “realidad” laboral no obedece a un patrón inalterable o a una ley natural; esta parcela admite modificación y su determinación es “humana”.
Lo mismo ocurre con otros conceptos económicos como el salario mínimo, los impuestos que se deben pagar, la cuantía establecida para las pensiones de jubilación…
Pensar en un escenario en el que al día no le suceda la noche es imposible.
Pero pensar en que una jornada de trabajo completa pueda ser de 6 horas en lugar de 8 sí es posible.
Pensar en un salario mínimo que, en lugar de 1.000 euros al mes, sea de 1.500 sí es posible.
Que “las cosas son como son” y que no admiten variación es algo que se puede aceptar en lo concerniente a realidades científicas y rígidas del medio.
Pero cuando estamos hablando de realidades sociales y económicas, las cosas pueden ser de una manera o de otra; admiten variación y su determinación responde, o bien a una imposición o bien a un consenso.
La economía no es una ciencia a la que debamos someternos y adaptarnos «sí o sí».
La economía es un campo de acción que se debe objetar, alterar y cambiar para hacer del mundo un lugar más confortable.
La realidad no existe. Existe lo real. Todo lo demás son relatos humanos. Incluso la ciencia es un relato causal de aquello que algunos consideran relevante. Ahora lo relevante en Alemania es el carbón. Nunca en occidente fue relevante el medio ambiente. El poder forma parte de la estructura rígida del medio humano. Es el guionista del relato. Es obvio que no podemos actuar para alterar el patrón por el cual el poder impone sus condiciones. Adaptarse al medio, es adaptarse a ese patrón del poder; o lo que es lo mismo; sumisión. La economía no es una ciencia; nunca lo fue, ni nunca lo será. La economía, al igual que la política, son formas de adaptarse al relato, nunca de transformarlo.