Un monopolio es, en economía, una situación en la que un solo productor o empresa abastece a todo el mercado y por consiguiente carece de competencia. En las economías de mercado, cuando existen de manera simultánea muchos vendedores y compradores se considera que existe un mercado de “competencia perfecta”. Sin embargo, cuando la cuantía de productores y compradores diverge sustancialmente -tan extremadamente como en el caso del monopolio- nos hallamos ante un mercado de carácter “imperfecto” que no está exento de peculiaridades concretas.

La inexistencia de competencia en un mercado monopolístico implica que la empresa que lo “disfruta” -y nunca mejor empleado el verbo disfrutar-, posee un margen de libertad extraordinariamente superior a los de las empresas que operan en mercados de competencia perfecta para fijar el precio de venta de los productos o servicios que oferta. Así, mientras el comportamiento de estas últimas empresas es considerado “precio aceptante”, puesto que no tienen plena libertad para establecer el que desean en un contexto de multitud de oferentes, el de las primeras no lo es en virtud de la destacada posición de privilegio de que gozan.

En situaciones próximas al monopolio, conocidas como oligopolios, el escaso número de oferentes existentes posee una demanda individual cercana a la del mercado global, lo cual les confiere un poder de monopolio que es tanto mayor cuanto mayor es su margen discrecional para incrementar los precios de los productos ofertados sin asumir pérdidas de cuota de mercado.

Entre las razones que explican en la práctica la aparición de monopolios se encuentran el control exclusivo de factores productivos por parte de las empresas que los disfrutan, la explotación de negocios con carácter de exclusividad  a través de patentes, las concesiones de licencias otorgadas por el Estado -los denominados “monopolios legales”- o la necesidad de alcanzar economías de escala en la función de costes productiva de determinados bienes mediante fusiones, encontrándonos en este caso ante los denominados “monopolios naturales”.