La productividad marginal del capital es uno de los conceptos básicos en materia de economía. Mi intención es resaltar las posibles relaciones que existen entre dicho término y las burbujas financieras que hemos vivido recientemente. Para entender el concepto de productividad marginal del capital hay que referirse primero al de productividad marginal.
La productividad marginal es la variación en la cantidad producida de un bien al aumentar en una unidad adicional un factor de producción, permaneciendo constante la utilización de los restantes factores.
Por ejemplo, al contratar a un empleado, un empresario produce 500. Si contrata a otro empleado y produce 1.000, la productividad marginal será de 500, pues es lo que aumenta la producción al aumentar el factor de producción en un empleado.
La productividad marginal puede ser creciente o decreciente. Si al contratar a ese empleado adicional la producción aumenta en 600, la productividad marginal será creciente pues a un incremento de una unidad en el factor de producción se aumenta más proporcionalmente la producción. Si el incremento de la producción fuera de 400 la productividad marginal sería decreciente.
Este mismo concepto se puede aplicar al capital, en lo que se llama la productividad marginal del capital. Por ejemplo, una empresa toma prestado un millón de euros, el beneficio de la empresa es 10.000. Si toma prestado un millón más y el beneficio es de 21.000, la productividad marginal del capital será creciente. Sin embargo, si al aumentar en un millón el capital prestado, el beneficio es de 19.000, la productividad marginal del capital será decreciente.
En cualquier caso, la ley de los rendimientos decrecientes afirma que a medida que se aumenta un factor de productivo en la producción de un bien, se alcanza un punto en el que la producción total aumenta cada vez menos, por lo tanto en el medio y largo plazo lo habitual será la productividad marginal decreciente frente a la creciente.
¿Qué relación tiene todo esto con las burbujas financieras? Según el capital va teniendo una productividad marginal decreciente su rendimiento también disminuye. Volviendo al ejemplo del empresario, éste pagará menos por la unidad adicional del capital que toma prestada puesto que ésta produce menos.
En este sentido, el rendimiento del capital acumulado sería cada vez menor según su cantidad vaya aumentando. El capital buscará formas de rendimiento que le compensen por esta disminución en su rendimiento provocando inversiones especulativas.
Esto explicaría, por ejemplo, la burbuja de las puntocom y la inmobiliaria de antes del 2008. En ambos casos una gran cantidad de capital busca rendimientos en dos sectores, el tecnológico y el inmobiliario, no basado en sus retornos anuales (alquileres, dividendos) sino en los incrementos de precios de las acciones y de los inmuebles, lo que finalmente, al ser inversiones especulativas, lleva al estallido de las burbujas.
En definitiva, cuando existe una gran acumulación de capital, el rendimiento de éste baja, lo que le fuerza a buscar su rentabilidad en inversiones especulativas, que pueden generar burbujas financieras. Y todo por la productividad marginal del capital.
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¿Cómo es posible decir semejantes sandeces después de la demolición de la función de producción neoclásica -y la prueba de la absurdidad lógica del concepto mismo de capital- llevada a cabo por los economistas de Cambridge (Robinson, Kaldor) y, destacadamente, por el clásico ‘Producción de mercancías por medio de mercancías’ de Piero Sraffa? Un poco de respeto por el lector por favor.
Creo que no se puede considerar absurdo el concepto de capital. Ver en este sentido la obra de Thomas Piketty El capital del siglo XXI.
Insisto en la absurdidad del concepto de capital. Piketty lo usa en relación al patrimonio-riqueza acumulado en contraposición al ritmo de crecimiento económico para llegar a un modelo ortodoxo de desigualdad creciente pero sin rastro de «explotación»o reparto del excedente económico. La cuadratura del círculo vamos. Pero hay algo más, aparte de ser un concepto falaz y mistificador -sólo hay que leer los textos de Robinson y, sobre todo, Sraffa, para entender que no existe una medida del «capital» como algo independiente de la distribución del ingreso, lo que lleva a una circularidad insoluble en el razonamiento reconocida incluso por ortodoxos honestos como Samuelsson- es una herramienta de ocultación del funcionamiento real del sistema económico y una huida del análisis del excedente -clave en los economistas clásicos- hacia el maravilloso universo de los equilibrios y las justas retribuciones de los factores -el sacrosanto producto marginal del texto- de los ideólogos neoclásicos-neoliberales. Ni un gramo de ciencia, sólo ideología legitimadora del reino del capital (éste sí es el concepto correcto).
Es importante tratar el tema de los movimientos globales de capital y su falta de regulación que como el articulo sugiere han generado burbujas de gran escala y sus consecuentes recesiones.
Una buena explicación muy útil para los que no somos expertos en economía. Tus conclusiones me parecen muy razonables. ¡Gracias!