De acuerdo con la Directiva 2009/28/CE, la participación de las energías renovables en el consumo final bruto de energía de los países miembros de la Unión Europea deberá alcanzar en el año 2020 un mínimo obligatorio del 20%.
En España, el Plan de Energías Renovables 2011-2020 apunta a la consecución de una cuota ligeramente superior (20,8%), sustentándose en la combinación de un amplio y diversificado mix de fuentes energéticas de carácter renovable.
Entre ellas, una de las que mejor evolución ha experimentado en los últimos años en el diseño de aplicaciones de calefacción, agua caliente sanitaria para los hogares e incluso sistemas de climatización de piscinas, ha sido la energía solar térmica.
Los dos factores que más han favorecido el aprovechamiento de esta fuente energética en España han sido, por un lado, unas condiciones climatológicas excepcionales, y por otro, la obligatoriedad de incorporar energías eficientes medioambientalmente en las edificaciones españolas de nueva construcción, a raíz de la entrada en vigor en el año 2006 del Código Técnico de Edificación.
En cuanto a las cifras y estadísticas más significativas del sector, China es el país que lidera el mercado mundial de la producción de captores de radiación solar – principalmente captadores planos y tubos de vacío – con una producción de potencia termal superior a los 100 GWth.
Dentro de la Unión Europea, el líder indiscutible del sector es Alemania, con más de 15 millones de m2 de potencia instalada (10.600 MWt), encontrándose a España en el quinto lugar por superficie instalada, gracias a una positiva progresión que le ha hecho superar los 2,7 millones de m2 de potencia acumulada en el año 2011 (1.900 MWt).
De hecho, las previsiones españolas esperan triplicar la superficie instalada en el entorno del año 2020, algo que sería muy difícil de imaginar sin la experiencia y el saber hacer de empresas españolas maduras y altamente especializadas.
La conjugación innovación, eficiencia energética y valores ecológicos son los principales motores con los que cuentan para aspirar a tener presencia no sólo en España, sino también en el conjunto de los principales países europeos y mundiales.
Resumiendo; queda todavía queda mucha agua que calentar de aquí a 2020 por empresas españolas líderes en el sector.