La debacle económica ocasionada por la pandemia del coronavirus en España ha empujado a los hogares a extremar la prudencia en lo que respecta a sus finanzas. Sin un gran volumen de gasto en ocio y un futuro marcado por la incertidumbre, las familias españolas han apostado por aumentar sus ahorros por lo que pueda pasar.

Los ingresos familiares que se han destinado al ahorro han optado por almacenarse en depósitos bancarios, entre ellos los depósitos a plazo fijo, como fórmula para alimentar colchones de liquidez, ante este escenario de fuertes incertidumbres como nos encontramos en este 2021.

Máximos históricos en depósitos de ahorro en España

La extraña y difícil situación que está causando la covid-19 en España ha tenido un efecto común en casi todas los hogares españoles: ahorrar es más importante que nunca. Así se ha visto reflejado en los datos de ahorro de noviembre de 2020, que crecieron un 0,35 % y alcanzaron la cifra de 899.900 millones de euros, lo que supone un aumento de un 6,87 % respecto al año pasado.

Estos datos revelados por el Banco de España baten otro máximo histórico durante el año 2020, y que a pesar de que fue en noviembre cuando se publicaron la efectividad de las vacunas, las familias españolas siguen sintiendo la necesidad de seguir ahorrando, ya que el futuro económico no está aún muy claro.

La mayoría de familias han apostado por poner sus ahorros a rendir en depósitos a plazo fijo o cuentas corrientes de ahorro, productos financieros con rentabilidades más bajas que otros productos de inversión pero también de muy bajo riesgo, por no decir casi nulo. De esta forma, se consiguen generar unos pequeños beneficios extras para combatir la inflación y no tener el dinero totalmente parado.

A lo largo del 2020, la inversión en este tipo de depósitos ha aumentado en 57.000 millones, algo que deja ver la confianza que tienen las familias españolas en este tipo de productos financieros. En el primer trimestre e incluso el segundo del 2021, se espera que esta tendencia continúe al menos de forma sostenida, a la espera de que la mayoría de personas estén vacunadas y la economía mundial empiece a repuntar.

El efecto confinamiento permite ahorrar más y gastar menos

Por otro lado, las familias españolas han podido ahorrar de la cuenta debido a varios factores. El más evidente es la falta de ocio. Sin poder ir a restaurantes, discotecas o hacer grandes viajes, las familias gastan menos, lo que les permite ahorrar más. Es verdad que también se ha gastado más en compras online o en comida a domicilio, pero el gasto sigue siendo menor de lo que era habitualmente.

Por otro lado, el hecho de estar en casa y salir lo mínimo a la calle, ha hecho que muchas personas dejen de gastar dinero en ropa, en gasolina, en transporte, etc. o incluso aplazar grandes compras como un vehículo. De la misma forma, el dinero pensado para este tipo de gastos se ha quedado en las cuentas de ahorro.

Además, el teletrabajo también ha hecho que las familias puedan ahorrar un poco más de lo habitual. Se ahorra en comer fuera, en transporte, en ropa o complementos… En definitiva, el confinamiento total o parcial, ha permitido en general, destinar algunos ingresos en ahorro.

Las empresas se suman al ahorro pero sin batir récords

Además de las familias, las cuentas de ahorro y depósitos pertenecientes a las empresas han sufrido también un aumento significativo, aunque en esta ocasión sin batir récords. Durante noviembre de 2020 los depósitos de las empresas aumentaron en 1.100 millones de euros, con un aumento del 0,45 %.

El ahorro de las empresas alcanzó la cifra de 243.794 millones de euros, con un aumento interanual de un 4,28 %. Los motivos de este aumento del ahorro se deben a varios factores: teletrabajo, inversión a la baja, estrategias financieras prudentes, menor gasto en personal… Las empresas que han podido sobrevivir a la debacle, prefieren ser conservadoras hasta que todo pase, lo que les permite ahorrar más y conseguir algunos beneficios extras con productos de ahorro de muy bajo riesgo.

Sumando los ahorros de empresas y particulares, en noviembre de 2020 se alcanzó la cifra de 1.387 billones de euros invertidos en depósitos de bajo riesgo, aumentando un 1,37 % desde octubre y con un incremento de la tasa interanual del 8,3 %.