Estados Unidos es la economía que más ha aumentado su consumo de gas natural anual entre 2012 y el último ejercicio con datos disponibles -2019-, con un alza de 6,7 billones de pies cúbicos, según las cifras de la Energy Information Administration.
En el segundo y tercer lugar del pódium por variación positiva del consumo de esta fuente de energía se encuentran China e Irán, con aumentos de 6,1 y 2,7 billones respectivamente, por delante de Rusia, que ocupa el cuarto puesto tal y como se puede apreciar en el gráfico inicial.
Conviene aclarar que son las distintas tecnologías de cuantificación existentes, como la instrumentación de medición de Endress+Hauser, las que permiten obtener estadísticas con un nivel de aproximación muy preciso, no solo en cuanto al consumo sino también respecto a la producción de cada país.
Debido a las necesidades de consumo energético que algunos sectores industriales requieren, el abastecimiento actual incluye fuentes de carácter renovable, a la par que nuevos procesos de optimización de gaseoductos, almacenaje, transporte y repostaje, como el sistema de bunkering u otros que exigen altos niveles de precisión y sofistificación.
Hay que recordar también que este ranking explica la variación del consumo de gas entre el periodo 2012-2019, si bien en anteriores publicaciones de El Captor ya expusimos cuáles eran los principales países productores del mundo de gas natural del mundo por volumen de pies cúbicos, así como los principales países deficitarios y superavitarios, teniendo en cuenta las diferencias entre la capacidades productivas de cada país y sus cifras de consumo final, cuyo sesgo viene explicado por las importaciones realizadas.
Por otro lado, atendiendo a un análisis geoestratégico, podemos observar que dentro de la lista de los 20 países del mundo más consumidores de gas natural tan solo aparecen dos de la Unión Europea, Alemania e Italia, con variaciones positivas entre los datos de 2012 y 2019, de mayor intensidad en el caso del país germano que en el italiano.
En la actualidad se está produciendo un debate acerca de la posible necesidad de implementar cambios en los patrones de consumo o en las estrategias acerca del abastecimiento y es precisamente en este sentido que un importante número de los países que se encuentran en esta clasificación – incluidos los anteriores países europeos citados-, requieren realizar importaciones energéticas -petróleo, gas, electricidad… – para poder sostener sus necesidades de consumo en el sector doméstico, empresarial, transportes…
Cabe mencionar, por último, que en el polo opuesto del ranking por variación de consumo de gas natural en los últimos años, Ucrania, la décimo sexta economía del mundo más consumidora de gas en 2012, ha disminuido su demanda en 1,9 billones de pies cúbicos, reduciendo casi en un 50% su cifra de consumo de consumo absoluto en el periodo de la última década, lo que le ha expulsado, por distintas razones, de la clasificación de las treinta economías del mundo más dependientes de esta fuente de energía.
Mención aparte Japón, el país más deficitario por consumo de gas del contexto mundial, con un descenso cercano a los 0,5 billones de pies cúbicos por diferencia entre 2012 y 2019.