A veces es demasiado tarde, a veces hay demasiadas personas opinando y a veces es mejor no decir nada.

Sin embargo, tal vez no sea ni demasiado tarde, ni haya demasiada gente opinando, ni el silencio o la indiferencia sean dos aspectos convenientes en estos momentos.

Hablemos. Hay muchas interpretaciones acerca de la realidad política que estamos viviendo. Como de tantas otras cosas.

Pero nuestra aproximación será constructiva y, sobre todo, sincera, precisamente porque este blog de economía y opinión nunca ha ocupado, como sabéis, un espacio mediático relevante.

Seremos breves. En España hay un gobierno de coalición, el más progresista de la historia, el más comunista, el más bolivariano, el más tal, el más cual.

Pero lo único y verdaderamente importante de todos estos eslóganes es que Unidas Podemos forma parte de ese Gobierno de coalición.

La pregunta es, ¿ha servido para algo?

¿Ha servido, por ejemplo, aunque fuera en un pequeño y levísimo grado, para reducir la brecha entre los súper ricos y los pobres de solemnidad? ¿Ha servido, por poner otro ejemplo, para quebrar y destruir, aunque fuera en un pequeño y levísimo grado de nuevo, la precariedad económica y social del país?

¿Sí o no? ¿Ha servido para algo en estos dos mínimos aspectos? ¿Sí o no?

Supongamos -sin que seamos muy exigentes- que no. Supongamos, además, que todas las demás ganancias que se pudieran argumentar al margen de los dos aspectos anteriores, como por ejemplo: recibir sugerencias sobre el consumo de frutas de temporada, recibir promesas de reducción de la contaminación en el horizonte de los próximos 50 años o visualizar mensajes sonrientes desde nuevos perfiles institucionales en las redes sociales…, tampoco satisfacen el anhelo de cambio desesperado que sintetizaba en sus orígenes UP, ni ofrecen la sensación de que sea posible alcanzar aquellos sueños en las actuales condiciones.

¿Qué hacer entonces? ¿Languidecer cada día un poco más, o mirar de frente esta cruda y áspera verdad?

Pablo, si el problema es el PSOE y su reluctancia a cambiar esencialmente las cosas.

Pablo, si el problema es que estando en el poder, no se puede ejercer verdaderamente el poder.

Pablo, si el problema es que los medios de comunicación y las familias adineradas, los mafiosos, la monarquía, la banca, Estados Unidos o las cloacas gobiernan por encima de la democracia.

Pablo, si los problemas son esos, por favor, no continuéis en un gobierno fake.