El último Informe anual 2014 del US EIA (Energy Information Administration), organismo oficial de análisis energético de los Estados Unidos, prevé que el consumo de petróleo en China alcance una cifra de 19,4 millones de barriles diarios en el año 2040, superando así el nivel de consumo de los Estados Unidos de América (16,7 millones de barriles).

La consultoría económica realizada por el organismo norteamericano parte de un escenario ya materializado y referenciado al año 2010, en el que el consumo estadounidense duplica, aproximadamente, el chino (17,5 millones de barriles diarios versus 9).

Así, la proyección realizada por el US EIA para los próximos 30 años asume de partida unas hipótesis macroeconómicas determinadas  –incremento del PIB, evolución de los precios del petróleo, cambios en la población- para acabar estimando que la demanda de crudo en Estados Unidos apenas variará, e incluso se reducirá un 5% en el periodo 2010-2040, mientras que en China no solo no se reducirá, sino que se incrementará en un 116%.

Por otro lado, el organismo pronostica que en el incremento total de la demanda mundial de petróleo entre 2010 y 2040 (un 38%), China, India y el conjunto de las economías emergentes de Asia tendrán un peso del 72%, siendo Oriente Medio responsable de otro 13%, queriendo sugerir de este modo que tanto Estados Unidos, como Europa, Japón y otras economías industrializadas frenarán e invertirán su tendencia de consumo de petróleo en los próximos treinta años, apoyadas en las mejoras de eficiencia energética alcanzadas por el sector automovilístico o la mayor carga fiscal aplicada a los vehículos de gasoil.