En ciertas sesiones de hipnosis, los sujetos son inducidos a pensar que están sordos, mientras al mismo tiempo son preguntados acerca de si pueden oír o no las preguntas del hipnotizador, algo a lo que curiosamente responden que “No”.
Algo similar le sucedería a la economía española.
Podría estar sorda y al mismo tiempo afirmar que escucha todas y cada una de las interpelaciones del hipnotizador.
La reciente evolución de la economía española tiene la capacidad necesaria y más, para zambullir al conjunto de la humanidad en la inmensa paradoja de la realidad.
Algunas empresas del sector inmobiliario, por ejemplo, han comenzado a utilizar los siguientes reclamos a nivel comercial: “Hola. Soy Raquel, una persona real. Me acabo de comprar una vivienda nueva de 4 habitaciones, piscina, pistas de pádel y zonas verdes. Me podéis encontrar en facebook.”
Sea por la angustia de un sector empresarial que repudia la perspectiva de enfrentarse a una clientela inexistente y virtual, sea por la débil esperanza del consumidor y el trabajador en quedar adscritos a las imposibles exigencias de la economía actual, la realidad se encuentra hoy instalada en la compleja dificultad de no poder ser lo que siempre había podido ser.
Como un suspiro huracanado enviado desde un lejano cielo creador, el eslogan empleado por dicha agencia de publicidad, también podría pertenecer al conjunto de una sociedad que reclama a gritos el retorno de una realidad cuya virtualidad comienza a adquirir un desproporcionado grosor.
No es necesario pensar que de una economía especulativa superior en tamaño a la economía real pueda derivarse una paradoja espacio-temporal. No hace falta.
Pero, del mismo modo por el que la periodista nacida a mediados del siglo XIX, Nelly Bly, vivió Diez días en un manicomio logrando escapar de él, ¿durante cuánto tiempo más podría la sociedad soportar la desaparición de la realidad?
Pues yo no se si estamos en una sesión hipnótica o en una hipnótica sesión.Porque no se puede estar tanto tiempo en una situación tan irreal.CUÁNDO VAN A PONERSE LOS PIES EN EL SUELO Y HACERSE BIEN LAS COSAS? Es tan dificil hacer las cosas sin trampas?
Todos los sueños tienen un despertar. Sobre todo las pesadillas. Y cuando ese momento llegue…
Qué lástima de artículo apenas comenzado. Con lo que prometía, para quedarse en casi nada