Lo cual no estaría nada mal, siempre y cuando las condiciones en que se produjera tal ajuste fueran las apropiadas.

Hagamos un ejercicio de recapitulación. Año 2011. PSOE y PP acuerdan reformar el artículo 135 de la Constitución Española, introduciendo, entre otras cuestiones, el límite de deuda pública que salvo catástrofes naturales, recesión económica o situaciones de emergencia no podrá ser superado, esto es, el 60% del PIB nominal, tal y como dispone el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea.

El propio artículo 135 determina asimismo la aprobación de una ley orgánica posterior, año 2012, que refrenda este límite y establece el horizonte temporal de consecución del mismo: año 2020.

Cuando se reformó el artículo 135, ejercicio 2011, la deuda pública cerró  con un volumen del 69% sobre el PIB nominal, es decir, sobrepasando el mencionado límite del 60%, lo que en términos absolutos significaba un desfase de 98.000 millones de euros.

¿Qué pasó en 2012, al término del primer año del nuevo gobierno del PP?

La deuda pública ascendió desde el 69% del PIB hasta el 84%, el mayor ascenso desde la irrupción de la crisis de 2007, elevándose el desfase en términos absolutos a 258.000 millones de euros. Pero no hubo rescate de la banca.

¿Y ahora que ha finalizado la legislatura completa del Partido Popular en el año 2015, qué?

El volumen de deuda pública se sitúa en el 98,6% y supera el límite constitucional indicado en el artículo 135, exactamente en 424.000 millones de euros. Pero hay recuperación económica.

Por lo tanto, ¿en qué condiciones queda el precepto constitucional indicado en el artículo 135?

En unas condiciones muy precarias, desde luego. El FMI estima que la deuda pública española seguirá en el entorno del 100% del PIB en el año 2020, concretamente en el 94%, lo cual supondrá la persistencia de un desfase de 439.000 millones de euros y el quebrantamiento de aquel precepto constitucional reformado, sellado y firmado por PSOE y PP en 2011. Pero no hay que reestructurar la deuda. Debemos continuar por la misma senda.