Artículo escrito Por David López Belanche, profesional de las Finanzas y Executive Master in Finance por IE Business School. @LopezBelanche

Cuando parecía que ya lo habíamos visto todo, desde ayer, medio mundo contiene la respiración por un mero adelanto electoral. Parece ser que se ha perdido la cordura por la posible victoria de Syriza, pero la compleja situación tiene varios análisis, y como siempre, dependen totalmente del punto de vista del afectado.

El Fondo Monetario Internacional suspendió ayer la ayuda a Grecia hasta la formación del nuevo gobierno. Doble análisis. Recordemos que el FMI es acreedor del Estado Heleno, y como todos los acreedores, no se fía de su deudor, sobre todo cuando lleva varios trimestres hablando de la necesidad de una quita de deuda. Por lo tanto, es lógico que cierre el grifo. Póngase en su papel: ¿a qué no dejaría 100 euros a una persona que le dice, antes de darle nada, que no se los va a devolver en su totalidad? Pues eso. El FMI defiende sus derechos.

Eso sí. Tiene toda la pinta de ser un chantaje. Chantaje a la ciudadanía griega, metiendo el miedo en el cuerpo para que los indecisos no voten a Syriza. Syriza es el caos. Que viene el lobo. Pues bien, analicemos rápidamente la situación, ya que el lenguaje usado es perverso, muy perverso. Palabras como extrema izquierda y populismo ayudan a meter miedo, pero no representan la realidad. Acusar a un partido de extremista por el hecho de pretender una quita de deuda es un error. Para el que no lo sepa, cabe recordar que en 1953, el Tratado de Londres terminó con una quita del 62% de la deuda alemana, quita que permitió el despegue de la República Federal Alemana. Alemania ahora no perdona, cuando en 1953 fue perdonada. Vergonzoso. Qué poca solidaridad.

Quita Deuda Griega

Claro está, por lo tanto, que no nos encontramos ante una situación extraordinaria, no hay que demonizar las quitas de deuda. Siempre se han dado y se darán. Es más, son la única solución para evitar estallidos sociales de imprevisibles consecuencias. Y vaya, los que ahora se asustan por el auge de Syriza, son en parte culpables de la situación, por no haber aceptado una quita definitiva a tiempo, ya que la quita de 2012 se hizo tarde y fue insuficiente (véase gráfico superior).

Si en tiempos del PASOK o en el anterior gobierno conservador de Antonis Samarás, la Troika hubiese aceptado una quita similar a la de Alemania en el 53, estoy seguro que Syriza no ganaría las próximas elecciones. Algo similar puede ocurrir en España, con Podemos. La avaricia ha roto el saco. A todos nos gusta pagar, pero cuando no se puede, no se puede. Además, toda inversión tiene su riesgo, así de sencillo.

Y por ello, y para concluir, quiero remarcar que el bien supremo de nuestra civilización es la Democracia. Por ella, han dado su vida millones de personas, y por ella, los griegos van a votar en libertad. Intentar chantajear o anteponer intereses económicos a la propia Democracia puede representar el fin de nuestra civilización. La ciudadanía griega votará en conciencia y deberá ser consecuente con su decisión. Eso sí, se echa de menos algo de generosidad y ayuda por parte de los organismos internacionales y de Alemania. Qué corta es la memoria cuando se tiene la vara de mando…