Recientemente ha afirmado en el Congreso la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, que en el año 2012 España registró 400 empleos menos cada día gracias a la reforma laboral.

Como, con casi total seguridad, la ministra de Empleo ya se había, digamos, hartado de liderar a lo largo de los últimos meses la sorprendente clasificación del desempleo español en el ranking europeo y mundial, su último recurso para terminar de triunfar solo podía consistir en enmascarar de la forma más burda posible la realidad.

Siguiendo el consejo  que ella misma proporcionó (“hagan cuentas y verán que es un dato cierto”), hemos querido constatar en este blog la veracidad de su afirmación.

Observando el gráfico inicial, el número de parados en España aumentó, en el año 2008 y conforme a la EPA (esa misma Encuesta de Población Activa que tantos sarpullidos le provoca al presidente de la patronal empresarial), 1.280.300 personas, a las que se sumaron 1.118.600 en 2009, 370.100 en 2010 y 577.000 en 2011.

Al dividir la suma de estas cifras entre cuatro años, resulta una media anual de incrementos del número de desempleados en el periodo 2008-2011 de 836.000.

Continuando con el análisis, en el año 2012 se volvieron a sumar 691.800 parados extra a las cifras del desempleo de España previamente acumulado, rozando por lo tanto ya, la cifra de los seis millones: 5.965.400.

La idea que tan brillantemente la ministra Báñez afirmó, aludía a 400 parados menos cada día, tras comparar el incremento de parados experimentado durante el periodo de aplicación de la reforma laboral – básicamente 2012, ya que entró en vigor a partir de mediados de febrero-, con el de la media del periodo 2008- 2011.

De dicha comparación resulta, obviamente, un número de 144.700 desempleados menos durante el “exitoso” periodo de la reforma laboral, cifra que al repartirse entre 365, equivale a un número de 396 parados menos diarios.

Mire usted, señora ministra; de escoger uno de los lamentables años en los que el incremento del número de desempleados nunca ha terminado de cesar –para, entre otros, su sonrojo- sería más inteligente preferir, por ejemplo, el año 2010, ya que comparado con la media anual de 2008 y 2009 proporcionó una cifra de 2.300 parados menos al día.

No se puede entender que por aquel entonces aún no hubiese entrado en vigor su maravillosa reforma laboral.